domingo, 30 de octubre de 2011

UN HALLOWEEN DIFERENTE. Cuento para los más pequeños

(Pica en la imagen para oír el cuento narrado porMegui Cabrera en la web "Cuentos para dormir.com")
Hace mucho tiempo, la mayoría de los monstruos eran seres simpáticos y golosos, tontorrones y peludos que vivían felizmente en su monstruoso mundo. Hablaban y jugaban con los niños y les contaban cuentos por las noches. Pero un día, algunos monstruos tuvieron una gran discusión por un caramelo, y uno se enfadó tanto que sus furiosos gritos hubieran asustado a cualquiera. Y entre todos los que quedaron terriblemente asustados, las letras más miedosas, como la L, la T y la D, salieron corriendo de aquel lugar. Como no dejaron de gritar, las demás letras también huyeron de allí, y cada vez se entendían menos las palabras de los monstruos. Finalmente, sólo se quedaron unas pocas letras valientes, como la G y la R , de forma que en el mundo de los monstruos no había forma de encontrar letras para conseguir decir algo distinto de " GRRR!!!", "AAAARG!!!" u "BUUUUH!!!". A partir de aquello, cada vez que iban a visitar a alguno de sus amigos los niños, terminaban asustándoles; y con el tiempo, se extendió la idea de que los monstruos eran seres terribles que sólo pensaban en comernos y asustarnos.

Un día, una niña que paseaba por el mundo de los monstruos buscando su pelota, encontró escondidas bajo unas hojas a todas las letras, que vivían allí dominadas por el miedo. La niña, muy procupada, decidió hacerse cargo de ellas y cuidarlas, y se las llevó a casa. Aquella era una niña especial, pues aún conservaba un amigo monstruo muy listo y simpático, que al ver que nada de lo que decía salía como quería, decidió hacerse pasar por mudo, así que nunca asustó a nadie y hablaba con la niña utilizando gestos. Cuando aquella noche fue a visitar a su amiga y encontró las letras, se alegró tanto que le pidió que se las dejara para poder hablar, y por primera vez la niña oyó la dulce voz del monstruo.

Juntos se propusieron recuperan las voces de los demás monstruos, y uno tras otro los fueron visitando a todos, dejándoles las letras para que pudieran volver a decir cosas agradables. Los monstruos, agradecidos, les entregaban las mejores golosinas que guardaban en sus casas, y así, finalmente, fueron a ver a aquel primer monstruo gruñón que organizó la discusión. Estaba ya muy viejecito, pero al ver las letras, dio un salto tan grande de alegría que casi se le saltan los huesos. Y mirando con ternura las asustadas letras, escogió las justas para decir "perdón". Debía llevar esperando años aquel momento, porque enseguida animó a todos a entrar en su casa, donde todo estaba preparado para grandísima fiesta, llena de monstruos, golosinas y caramelos. Como que las que se hacen en Halloween hoy día; qué coincidencia, ¿verdad?


Autor.. Pedro Pablo Sacristán

domingo, 9 de octubre de 2011

12 octubre: Descubrimiento de América

Paseando por la red he encontrado un cuento muy cortito que narra cómo sucedió el descubrimiento de América.

EL DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA

Nací en Palos de la Frontera. En el verano de 1492 reinaba en mi ciudad una gran agitación. Un genovés, Cristóbal Colón, estaba preparando una expedición marítima rumbo a las Indias y buscaba tripulación y provisiones para su largo viaje.
- Las Indias son unas hermosas tierras, llenas de oro y riqueza - decía Colón para convencer a la multitud.
- ¿Y quieres ir a las Indias cruzando el mar? ¡Tú estás loco! -le gritó el dueño de una taberna cercana.
- Pues yo he oído que el Atlántico está lleno de monstruos -aseguraba una muchacha muy joven.
La aventura me atrajo y me enrolé en la tripulación. ¿Acaso no era una gran oportunidad para alcanzar fama y riqueza?
Antes de partir cargamos en la bodega leña, agua, bacalao, tocino, carne seca, legumbres y otros alimentos para el viaje, que iba a ser largo.

Por fin, el 3 de agosto de 1492 nos hicimos a la mar. Partimos del puerto de Palos, rumbo a lo desconocido. Éramos 105 hombres en tres naves. Yo iba en la carabela más rápida, que se llamaba la Pinta. Colón nos seguía en la Santa María. Finalmente navegaba otra carabela, la Niña.
Cuando habían pasado pocos días de navegación, la temperatura se volvió más cálida y el mar se llenó de hierbas flotantes.
- La costa debe estar cerca porque las hierbas son cada vez más abundantes -dijo un marinero experimentado.

Pero nuestras esperanzas fueron vanas. Durante días y días sólo vimos agua ante nosotros. Estábamos desesperados y temíamos no encontrar tierra nunca y morir de hambre y sed.
Fue entonces cuando nos amotinamos contra Colón. Todos los marineros, armados, rodeamos al genovés.

- Ó pones rumbo hacia España o serás tirado por la borda -dijo el marinero que encabezaba el motín.
- ¡Queremos volver a puerto! - gritó la tripulación.

Pero Colón apareció en el puente de la Santa María y se mostró muy seguro de que la costa estaba próxima, apaciguó nuestros ánimos y convinimos en continuar.

Por fin, llegó la madrugada del 12 de octubre de 1492. Entonces...

- ¡Tierra! -gritó mi compañero de la Pinta, Rodriga de Triana.
Nos agolpamos en los costados de la carabela.
- Sí, es cierto -aseguré alborozado-. ¿No ves una duna de tierra blanca al fondo?
A la mañana siguiente, emocionados, pusimos pie en tierra.

Colón, de rodillas, hincó en la arena el estandarte de los Reyes Católicos, que habían pagado la expedición.
Al levantar la vista vimos que varios indígenas nos rodeaban.

Colón les dijo indios a los indígenas, porque pensaba que habíamos llegado a las Indias.
Pero lo cierto es que ese día habíamos descubierto América, un nuevo continente.
FIN

A continuación os dejo una una imagen de carabelas, que podéis imprimir y recortar para pegar en el pecho de los niños y niñas como si fuese un pin. Les gustará llevarlos a casa.


También os dejo un pequeño vídeo que ilustra el viaje de Colón.